Nuestros Pequeños Hermanos cumple 25 años de ayudar a niños en riesgo social y extrema pobreza en Guatemala
La fundación tiene más de 450 beneficiarios de la comunidad y se enfoca en brindar una educación integral en un ambiente saludable y seguro.
La fundación Nuestros Pequeños Hermanos (NPH) cumple 25 años de estar apoyando a la juventud del país por medio de programas enfocados en la educación y el crecimiento integral que se llevan a cabo en su centro de atención Casa San Andrés, ubicada en San Andrés Itzapa, Chimaltenango.
Desde 1996, esta organización sin ánimos de lucro sirve de apoyo a niños y niñas en riesgo social y extrema pobreza, formando una familia que ha ido creciendo año tras año gracias al apoyo de un gran número de guatemaltecos quienes han permitido que el proyecto perdure en el tiempo.
NPH Guatemala atendió a más de 450 niños en programas internos y comunitarios durante 2020, un año especialmente retador desde la llegada de la pandemia. Y para poder impactar positivamente en la vida de más personas, este año la fundación forma parte de la iniciativa de Bac Credomatic “Yo me uno” en la que todo el que desee puede apoyar a NPH mediante donaciones monetarias, materiales o de tiempo. Toda ayuda es bienvenida.
“Celebrar 25 años es algo maravilloso, nos sentimos realmente bendecidos y agradecidos de poder pertenecer a esta gran obra, también nos sentimos satisfechos y orgullosos del trabajo realizado en estos años donde hemos ayudado y formado diferentes generaciones de niños, niñas y jóvenes, que hoy en día son hombres y mujeres que se encuentran integrados a la sociedad y formando parte de la vida productiva del país”, resaltó Orlando Ramos, el director nacional de la fundación.
La labor de NPH se basa en tres valores fundamentales: protección, prevención y educación. El programa de abrigo y protección tiene como objetivo brindar atención a niños y adolescentes en riesgo, abandono, maltrato y negligencia, todos ellos referidos por orden judicial. El área de prevención se basa en el fortalecimiento familiar, lo que contribuye al mejoramiento de condiciones de vida de todos los integrantes de las familias. Y, por último, el programa de educación, en el que la fundación ofrece una extensa gama de oportunidades formativas desde preescolar hasta estudios superiores.
“Buscamos reforzar valores como la importancia de compartir, el trabajo, la responsabilidad, y la formación espiritual, que son la base fundamental en la filosofía heredada por nuestro fundador el Rev. William Brice Wasson. De esta forma estamos contribuyendo a la meta final de NPH que es trabajar por un mundo mejor, más equitativo y donde podamos romper con los círculos de pobreza y la construcción de una sociedad mejor. Gracias a todas las personas que a lo largo de estos años han hecho esto posible”, añadió el director de NPH Guatemala.