Turismo

Termas, playas de ensueño o lugares para meditar, Assist Card te recomienda seis destinos para celebrar el Día de la Relajación

Existen destinos turísticos donde el objeto mismo de la visita no es otro que lograr desconectarse del ajetreo diario y botar tensiones y estrés con el único propósito de alcanzar el bienestar.

El viaje en sí mismo puede tener los más variados objetivos: aprender y conocer sobre otras culturas, adentrarse en la historia, degustar exóticas gastronomías, vivir emocionantes aventuras o lograr un ansiado descanso donde el cuerpo y la mente sólo se deben poner al servicio de relajantes actividades que contribuyan a recuperar el equilibrio que, día a día, suele hipotecarse debido al frenesí que se vive en las grandes ciudades.

Como una forma de celebrar el Día de la Relajación que sucede todos los 15 de agosto, Assist Card sugiere seis lugares donde poder encontrar esa tan buscada distensión.

  • Canggu, Bali (Indonesia). Si bien puede que muchos indiquen a este pueblo como un gueto de surferos australianos modernos, se puede decir que aún es un lugar tranquilo rodeado de arrozales, que cuenta con varias playas donde se puede practicar surf y disfrutar relajadamente sólo con ver el día pasar. Con cuatro playas donde mezclarse con los pescadores locales y disfrutar de la tranquilidad de sus oscuras arenas, también merece la pena un desestresante paseo entre arrozales o una visita al templo de Tanah Lot, uno de los más hermosos de Indonesia. ¿No es lo suficientemente relajante? Algunos templos del bienestar como Pelan Pelan apuestan por una combinación de alimentos sanos, una vida activa y la energía curativa de clases de yoga en medio de bellos jardines. Un completo menú de disciplina y salud para cuerpo, mente y alma, que mejora la fuerza, flexibilidad y contribuye a la relajación.

 

  • Valle Sagrado, Cusco (Perú). Quienes han estado alguna vez en la ciudadela inca de Machu Picchu saben la sensación de paz y tranquilidad que se respira en lo alto de Los Andes rodeado de los verdes promontorios montañosos, con el río Urubamba susurrando acantilado abajo. Sin embargo, a pocos kilómetros de allí y resguardado por la misma cordillera andina, el Valle Sagrado no es solo un lugar en el que disfrutar de la naturaleza, sino también el sitio ideal para conocer la agricultura y la arquitectura inca como las antiguas ciudadelas de Pisac, Ollantaytambo y Chinchero, todos ellos cruzados por el río Vilcanota. Ese pasado hoy también se conjuga con alojamientos en los que se puede dormir con el ruido de la naturaleza de fondo o disfrutar de tratamientos de spa, donde los propios viajeros cosechan hierbas medicinales ancestrales que serán usadas en sus tratamientos.

 

  • Valladolid (México): En esta ciudad yucateca puedes escaparte, sin alejarte demasiado de las hermosas -pero a veces abarrotadas- playas del Caribe mexicano. Su preciosa y cuidada arquitectura colonial. La invitación es a pasear por sus tranquilas y sosegadas calles para conocer a sus amables habitantes y disfrutar de una gastronomía repleta de delicias locales. Pero lo que realmente llama literalmente a “desenchufarse” es su naturaleza, que queda poco más allá de su núcleo urbano, donde a través de caminos rurales y grutas, se descubren para explorar unos bellos cenotes, increíbles cuevas que resguardan cristalinas aguas en las que podrás zambullirse sólo deseando que el tiempo pase sin límites.
  • Budapest (Hungría): Si bien por ahora sólo está abierto a turistas europeos, apúntate este destino imperial a orillas del Danubio. Uno de sus sellos desde la época romana se encuentra en el valor curativo y medicinal que surge desde las profundidades de la tierra: 118 manantiales, tanto naturales como artificiales, desde los que cada día brotan más de 70 millones de litros de agua termal a temperaturas de entre 20 y 80ºC. Catalogada como La Ciudad de los Balnearios desde 1934 en Budapest es posible conocer exquisitos spa como el popular balneario de Széchenyi, los baños Gellert o los de Rudas, que merecen la visita ya sea por su poder curativo o por hermoso valor arquitectónico.

 

  • Coñaripe (Chile): Cuando se habla de este país austral, los viajeros suelen decantarse por el desierto de Atacama, en el norte o por Las Torres del Paine en el sur. Casi a medio camino de los más de 4.000 kilómetros que los separan, la hermosa región de los Ríos ofrece un paisaje boscoso, verde y accidentado en medio de volcanes y fuentes de aguas termales. Uno de ellas está en el kilómetro 16 del camino que va desde Coñaripe al Parque Nacional Villarrica Sur: Las Termas Geométricas conectan a través de una enorme pasarela de madera más de sesenta fuentes de agua que brotan naturalmente a 80ºC de temperatura, en una larga quebrada en lo que antes fue un inaccesible bosque nativo. Allí los visitantes pueden gozar de un baño en una piscina de piedra rellena con pura agua caliente termal en medio de una naturaleza brutal, donde el sosiego está asegurado.

 

  • Rishikesh (India): Si bien aún no es posible viajar a este enigmático país debido a la situación de la pandemia, sin dudas, este debiese ser un infaltable dentro de los destinos que ofrecen relajo y meditación para tenerlo en cuenta más adelante. Conocida como la capital mundial del yoga, esta ciudad ubicada a los pies del Himalaya fue puesta en el mapa cuando Los Beatles visitaron uno de los ashram de este centro espiritual del hinduismo. Ubicado a ambos lados del Río Ganges -donde se puede participar de los rituales aartis-, se ha convertido en un centro de actividades al aire libre, preferentemente en los ashram, donde el yoga, la meditación y otros ejercicios de cultivos espirituales permiten a los visitantes, según los locales, “evolucionar y crecer interiormente”. Los hay de todos los tipos y precios, desde los más modestos y sin ningún tipo de lujos, hasta los más suntuosos con sesiones de spa incluidas.

“Para que en un viaje, en el que la relajación es el objetivo principal de la visita, se cumpla según lo planificado, debe siempre considerarse a un compañero de ruta que se haga cargo de solucionar cualquier contratiempo. Ahí es cuando Assist Card ofrece acompañar a las personas para que tengan la mayor tranquilidad de que su máxima preocupación durante el viaje sólo sea disfrutarlo”, explica Leonardo Tonhaiser, Country Manager de Assist Card en Centroamérica y El Caribe.

 

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