El impacto del BPA en la enfermedad renal crónica
La hemodiálisis es una terapia que ayuda a que el paciente se sienta mejor y viva más tiempo, sin embargo, existen factores que pueden incidir en la calidad de la misma.
La enfermedad renal crónica (ERC) es la disfunción progresiva de las unidades funcionales del riñón hasta que estos pierden su capacidad de filtrar sustancias dañinas y tóxicas para el cuerpo. Desafortunadamente, esta enfermedad no tiene síntomas hasta que los riñones están muy dañados y cuando es muy severo, pueden dejar de trabajar. En Guatemala, hasta el 2019 se tenía registrada una prevalencia de 9,245 pacientes a nivel nacional.
La hemodiálisis es un tratamiento de purificación sanguínea en el cual se filtran las toxinas y el agua de la sangre, cual si fuera un riñón sano. Es un tipo de terapia sustitutiva que debe realizarse al menos 3 veces a la semana para que las personas que viven con enfermedad renal puedan mantener su calidad de vida, es decir, que su funcionamiento social sea normal y puedan tener control sobre su salud y bienestar.
Aunque no es una cura para la insuficiencia renal, esta terapia ayuda a que el paciente se sienta mejor y viva más tiempo, pues ayuda a controlar la presión arterial y a equilibrar los minerales importantes en la sangre, particularmente el potasio, el sodio y el calcio. Durante la hemodiálisis, existen factores que inciden para alcanzar la calidad óptima y que el paciente renal se sienta mejor con el tratamiento, como el tipo de dializador, frecuencia del tratamiento, estado nutricional del paciente, entre otros.
Cuidado con el Bisfenol A
El Bisfenol A o BPA es una sustancia química que afecta el sistema hormonal de las personas, el cual se absorbe fácilmente por el organismo. Está presente en productos hechos a base de policarbonato, así como en el recubrimiento de alimentos enlatados, tubos de pasta dental, papel térmico de tickets y comprobantes, entre otros. Según un estudio presentado por el Instituto Nacional de Investigación de Agronomía de Toulouse (INRA) el nivel máximo de seguridad demostrada para penetrar en el cuerpo es de 5 mg/Kg/día de Bisfenol A. Para una mejor interpretación de lo que esto implica, al sostener en la mano un ticket durante 10 segundos, se absorbe 2.5 mg de Bisfenol A, a través de la piel.
En personas que no padecen de los riñones, esta sustancia se excreta fácilmente por la orina, sin embargo, en los pacientes con enfermedad renal esta sustancia se acumula, causándoles inflamación. En los tratamientos de hemodiálisis, existen ciertos dializadores que utilizan Bisfenol A en su construcción, como por ejemplo, en la membrana de polisulfona o bien, en la carcasa de policarbonato. Por esta razón, se recomienda especialmente a los pacientes que reciben tratamiento de hemodiálisis que verifiquen que el filtro dializador que utilizan en sus terapias también sea libre de BPA.
Según estudios clínicos, estos pueden ser algunos efectos adversos del BPA:
- Disminuye el efecto del calcio en células del páncreas, causando resistencia a la insulina.
- Dosis bajas en personas sanas pueden provocar alteraciones en los órganos reproductivos durante el desarrollo.
- Se asocia a obesidad en los periodos prenatal y postnatal, así como en adultos.
- Afecta el balance de las hormonas del desarrollo.
- Afecta la fertilidad.
- Es un factor de riesgo para desarrollar diabetes.
- Puede producir fibromas uterinos / cáncer de próstata.
Es fundamental que los filtros de diálisis no contengan BPA.
Las personas que reciben su tratamiento de hemodiálisis continuamente dejan claro que se sienten mejor, con más energía y menos náuseas, y duermen mejor, haciendo evidente que poseen una mejor calidad de vida.
Los dializadores libres de Bisfenol A, como el Elisio H, tienen un aclaramiento superior de proteínas de bajo peso molecular, una estructura ondulada para evitar estancamiento del dializado y son libres de óxido de etileno para evitar reacciones adversas en pacientes hipersensibles ya que están hechos de una membrana de última generación y bajo Normas y Certificaciones internacionales.
Cuando una persona es diagnosticada con enfermedad renal resulta ser un gran desafío, sin embargo, con la terapia y filtros adecuados, el tratamiento de hemodiálisis resulta efectivo para que el paciente renal crónico pueda llevar una vida normal, además de una correcta educación alimentaria y seguimiento médico.