La inteligencia artificial y los centros de datos revolucionan la industria de los videojuegos
- En el marco del Día Mundial del Videojuego, vale la pena analizar las tecnologías que ofrecen más aplicaciones para los desarrolladores y mejores experiencias para los usuarios.
Cada 29 de agosto se celebra el Día Mundial del Videojuego -también llamado Día del Gamer-, una fecha propicia para destacar la importancia que tiene esta industria del entretenimiento a escala global. De acuerdo con un estudio de Accenture, se estima que actualmente más de 2 mil 700 millones de personas son parte de este mercado y, según las proyecciones, para finales del 2023 se sumarán más de 400 millones de usuarios nuevos.
Estas cifras no solo evidencian un aumento en el número de gamers, sino también el aporte significativo para la economía. Según datos de la consultora Newzoo, el mundo de los videojuegos facturó más de US$175 mil millones en el 2020. Y más allá de este evidente crecimiento e impacto, los videojuegos han evolucionado y se han perfeccionado de manera considerable. La inteligencia artificial (IA) es una de las tecnologías que les ha aportado nuevas funcionalidades y aplicaciones.
“La IA es una rama de las ciencias de la computación que se encarga de procesar y analizar volúmenes grandes de información, con el fin de encontrar patrones para realizar tareas que, hasta hace algunos años, se consideraban exclusivas de los seres humanos y que las computadoras no podían realizar. Algunos ejemplos son: el reconocimiento de imágenes, el procesamiento del lenguaje natural y la predicción de decisiones, entre otros”, explica Bernardo González, Director de Innovación y Capital Humano de KIO Networks.
En la industria de los videojuegos se han desarrollado algoritmos de IA que analizan patrones de millones de jugadores, para que luego las máquinas o los sistemas tengan sus propias maneras de aprender y jugar. “Hace algunos años, la empresa Deepmind, propiedad de Google, creó un algoritmo que aprendió por sí solo a jugar Atari Breakout, que es relativamente sencillo. En cuatro horas de entrenamiento y sin haber recibido ninguna instrucción explícita, aprendió a mover los elementos del juego, infirió cuál era la mejor estrategia para realizar la mayor cantidad de puntos en el menor tiempo posible y alcanzó un nivel que ningún ser humano ha podido vencer”, agrega González.
Más beneficios y más tecnologías
Hace algunas décadas, los primeros videojuegos realizaban algoritmos que eran programados por personas y con funciones específicas; sin embargo; estos resultaban predecibles para los gamers expertos, pues descubrían la lógica de los patrones y podían anticipar lo que sucedería.
La aplicación de la IA en el mundo del entretenimiento ha permitido que los programadores y diseñadores creen situaciones en las que el propio algoritmo recopila información, la analiza y decide diferentes cursos de acción. “Uno de los eventos más emblemáticos es el algoritmo AlphaGo, desarrollado por la empresa Deepmind, que aprendió a jugar GO, un juego en el que se pueden generar billones de combinaciones posibles después de cada partida. En el 2016, este algoritmo venció al campeón mundial de GO. Esto evidenció la capacidad de la inteligencia artificial para aprender prácticamente cualquier cosa, así como la habilidad para probar diferentes maneras de resolver un problema, retroalimentarse y alcanzar un nivel cognitivo superior al del cerebro humano”, enfatiza González.
Además de la IA, vale la pena mencionar otras tecnologías que aportan grandes ventajas a la industria de los videojuegos. Compañías como Apple, Google y Netflix cuentan con plataformas de videojuegos para un número mayor de usuarios y que ya no requieren de una consola, pues se pueden utilizar equipos como smartphones, tabletas o televisores inteligentes.
La tecnología 5G permite una mayor cantidad de transferencia de información combinada con una baja latencia -tiempo que tarda en viajar la información entre el servidor y el dispositivo del usuario-, lo cual se traduce en la creación de videojuegos más complejos, con mejores gráficos y con capacidades de jugabilidad de manera instantánea desde cualquier dispositivo con conexión a internet.
“También es relevante mencionar que la realidad aumentada y la realidad virtual, sin lugar a dudas, están tomando protagonismo en cuanto a mejorar la experiencia del usuario y hacer la experiencia mucho más inmersiva”, agrega González.
Los centros de datos tienen un papel fundamental para el funcionamiento de los juegos en streaming y basados en IA, debido a que debe ser intercambiada una gran cantidad de información entre los servidores y los dispositivos. En este sentido, la cercanía geográfica es relevante, ya que entre más cerca estén de los usuarios será mejor.
“Los EDGE Data Centers o centros de datos próximos al usuario son necesarios para procesar y entregar la información de manera oportuna. Por otra parte, los algoritmos de aprendizaje automático (Machine Learning) requieren del almacenamiento de grandes cantidades de información para su análisis. Esto es algo que solamente se puede lograr con servidores de alta capacidad que normalmente están en centros de datos especializados y en la nube”, afirma González.
La industria de los videojuegos es una de las más lucrativas del mundo; incluso, ha superado en recaudación a algunas producciones de cine y televisión, ya que cada vez hay más personas apasionadas por este tipo de entretenimiento.
“Lo que vamos a ver los siguientes años son títulos de videojuegos ligados a grandes historias, así como competiciones globales de videojuegos (también llamados e-sports). Las tecnologías que mencioné anteriormente también aumentarán su presencia en las plataformas de videojuegos y traerán mucha innovación para beneficio de todos los gamers”, concluye González.