Menos pantallas, más bicicletas: una alternativa saludable para la niñez
En plena era digital, los niños pasan cada vez más horas frente a pantallas: televisores, tabletas, celulares y computadoras se han vuelto parte de su vida cotidiana. Aunque la tecnología ofrece herramientas educativas valiosas, también ha encendido alertas por sus efectos negativos en la salud física, emocional y cognitiva de los más pequeños.
Diversos estudios advierten sobre los riesgos del sedentarismo asociado al uso excesivo de dispositivos. Como respuesta, expertos y organizaciones impulsan alternativas que promuevan la actividad física, el juego al aire libre y la interacción social. Una de las opciones más accesibles y beneficiosas es, sin duda, el uso de la bicicleta
El desafío del tiempo frente a las pantallas
La Academia Americana de Pediatría recomienda que niños y adolescentes de entre 6 y 18 años no superen las dos horas diarias de uso recreativo de pantallas. Sin embargo, esta recomendación se incumple en muchos hogares, con consecuencias preocupantes:
- Obesidad infantil: El sedentarismo limita la quema de calorías y favorece el aumento de peso.
- Afectación en la salud mental: Se ha relacionado el uso excesivo de pantallas con ansiedad, depresión e insomnio.
- Retrasos en el desarrollo cognitivo: La sobreexposición digital puede afectar la concentración, la memoria y la capacidad para resolver problemas.
Frente a este panorama, surge un llamado a recuperar actividades que reconecten a los niños con el movimiento, la naturaleza y su entorno.
“Como empresa comprometida con el desarrollo y bienestar familiar, creemos firmemente que la bicicleta puede marcar una gran diferencia en la vida de un niño. No se trata solo de pedalear, sino de redescubrir el mundo con libertad, salud y alegría”, expresó Manglio Rodas, Gerente General de Maya Tour.
El papel clave de las familias
Padres, madres y cuidadores tienen un rol protagónico en este cambio. Establecer límites saludables frente a las pantallas y fomentar alternativas activas desde casa es esencial. Incentivar el uso de la bicicleta desde edades tempranas no solo mejora la salud física, sino que también fortalece los lazos familiares y estimula una actitud más activa y curiosa ante el mundo.
Cambiar una tarde frente a la pantalla por un paseo en bicicleta puede ser el primer paso hacia una niñez más sana, feliz y conectada con la vida real.