La nueva normalidad: el futuro construido por los propios empleados
El COVID-19 comenzó como una crisis de salud y se está convirtiendo en una crisis económica y social que está transformando dramáticamente/drásticamente la fuerza laboral
El mundo de trabajo ha evolucionado de formas inimaginables y las personas han modificado su forma de pensar, sensibilizados ante el impacto global generado por la pandemia.
Aspectos como la necesidad de mantener el empleo, y la preocupación de perder la flexibilidad laboral actual son algunos de los temas prioritarios de los trabajadores a nivel mundial.
“La crisis sanitaria provocó innumerables perdidas de empleo. Según un análisis realizado por ASIES, al comparar el año 2020 con 2019, se perdieron 60,939 empleos y se dejaron de generar 17,400. Esto transformó la forma de pensar de los trabajadores donde mantener su empleo se convirtió en la prioridad”, agregó Andrés Soto, gerente de Guatemala para ManpowerGroup.
El representante de la firma comenta que, en relación al trabajo flexible, las personas temen que las empresas regresen a la forma de trabajo anterior, puesto que con el pasar de los meses han aprendido a trabajar con enfoque en resultados y esto les permite realizar sus actividades laborales en los horarios y momentos que mejor les funciona. Aunque también destaca que 8 de cada 10 empleados desean un mejor balance entre familia y trabajo, una razón por la cual les gustaría ir de 2 a 3 días por semana a la oficina.
Existen diferentes formas de asimilar los cambios laborales y estos son muy marcados al analizar las características generacionales. La firma ManpowerGroup preguntó a más de 8,000 personas en 8 países sobre el futuro de los trabajadores y entre los hallazgos más relevantes se reconocen los siguientes:
- Boomers: Con ganas de regresar, prefiere colaborar en persona, valora el espacio entre el trabajo y el hogar.
- Gen X: Es más probable que se sienta aliviado, menos probable que esté nervioso o preocupado por la salud. Deseoso de volver a la oficina para colaborar y concentrarse.
- Millennials: Es la generación menos positiva, especialmente los que son padres. Quieren estar seguros de que los trabajadores enfermos se quedarán en casa, la mayoría evita el traslado diario y son los menos dispuestos a perder la flexibilidad que habían ganado.
- Gen Z: Más positivo, quiere más espacio, dispuesto a ponerse al día con los colegas, más abierto a aprender y establecer contactos para ascender y ganar más.
“Ahora más que nunca los lideres y las áreas de recursos humanos deben ofrecer bienestar para sus colaboradores, aportar en la búsqueda de equilibrio entre familia y trabajo, así como realizar actividades que permitan que los empleados se vinculen y se conecten con la empresa, generando sentimientos de pertenencia con la cultura de la organización”, finalizó Soto.
A medida que se levanta el confinamiento y las restricciones disminuyen, los trabajadores quieren sentirse seguros de que la salud, la seguridad y el bienestar son prioridad al regresar al lugar de trabajo. La confianza y la transparencia nunca han sido tan importantes y los mejores empleadores saben que necesitan datos y conocimientos para generar confianza. Las encuestas, canales de retroalimentación, consultas y comunicación son fundamentales.