“Campaña Nacional de Control y Conservación del Pinabete, Temporada Navideña 2024”
El Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), el Instituto Nacional de Bosques (INAB) y demás entidades que conforman el Consejo Coordinador de la Estrategia Nacional para la Conservación del Pinabete (Abies guatemalensis Rehder), realizan el lanzamiento de la “Campaña Nacional de Control y Conservación del Pinabete, Temporada Navideña 2024”. Esta campaña surge de la necesidad de fomentar la conservación, protección y restauración de las áreas naturales de pinabete y el manejo sostenible de las plantaciones del pinabete, en ese marco se promueve la comercialización en los diferentes eslabones de la cadena productiva de la especie, se incrementan los operativos para contrarrestar las actividades ilícitas, se privilegia la producción y el consumo nacional lícito con fines de conservación y se desarrollan actividades orientadas al cumplimiento de las regulaciones internacionales para la comercialización de productos provenientes de plantaciones.
El pinabete forma parte de la diversidad biológica del país, esta es el medio más importante para lograr la adaptación al cambio climático y mejorar las condiciones nacionales que disminuyan la vulnerabilidad socio ambiental. Por lo que el mantenimiento o mejora de los bienes y servicios ecosistémicos de la diversidad biológica, es la base de la sostenibilidad de los medios de vida rural y de la producción económica (capital natural) asociada a estos. A nivel nacional e internacional la conservación de los recursos naturales y la diversidad biológica es una prioridad, y el pinabete ha sido de interés para las instituciones públicas vinculadas a la conservación y manejo sostenible de los recursos forestales en el país.
Para la conservación y manejo de la especie se cuenta con dos instrumentos, la Estrategia Nacional para la Conservación del Pinabete 2019-2028, la cual es presidida por el CONAP, cuyas líneas de acción contribuyen a alcanzar la protección, conservación, restauración y producción de Pinabete; y el Reglamento sobre Manejo de Plantaciones y Áreas Productoras de Semilla de Pinabete (Acuerdo Gubernativo No. 198-2014), que regula el registro de plantaciones, áreas productoras de semillas y viveros, así como el aprovechamiento y transporte de productos y subproductos de dicha especie.
El pinabete (Abies guatemalensis Rehder) es una especie endémica, protegida y en peligro de extinción, se encuentra en el listado de especies amenazadas para Guatemala -LEA- y en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres –CITES–.
En ese marco, el CONAP y el INAB como entidades del Estado y miembros del Consejo Coordinador de la Estrategia Nacional para la Conservación del Pinabete, intensifican las actividades y coordinación interinstitucional en el marco de la campaña que inicia a partir del 8 de noviembre de forma oficial. Entre las actividades que se llevarán a cabo están los operativos insitu y en carreteras, con el objetivo de prevenir el comercio, transporte y tala ilegal de pinabete; asimismo la promoción del comercio legal de la especie, tanto de árboles y subproductos provenientes de plantaciones y viveros autorizados por INAB y CONAP. Además, promover la protección de los bosques y el valor de la especie en los ecosistemas naturales, ya que son bancos de semillas y refugio de la vida silvestre, proveen bienes y servicios ecosistémicos esenciales para la presente y futuras generaciones.
Además de todas las acciones que se intensifican en los últimos meses del año, resaltamos que durante todo el año también se llevan a cabo otras actividades como el reciente “II Simposio Nacional de Restauración, Conservación y Manejo de pinabete”, realizado en Quetzaltenango.
Este evento fortalece los esfuerzos de conservación y manejo sostenible del pinabete, donde se dio a conocer las acciones realizadas en las diferentes líneas de acción de la Estrategia Nacional para la Conservación del Pinabete, así como la protección, conservación y restauración de las áreas naturales; las experiencias e investigaciones realizadas sobre la especie; el uso sostenible y el fortalecimiento a los eslabones de la cadena productiva bajo el manejo forestal sostenible. Además de investigación científica realizada en los años 2023-2024, la cual generó tres estudios de investigación realizados por el Centro Universitario de Noroccidente de la Universidad de San Carlos de Guatemala, con el objetivo de generar la línea base para buscar las estrategias que garanticen la restauración conservación genética de la especie
También hay esfuerzos de pequeños productores hombres y mujeres que se encuentran en el Altiplano Occidental, Noroccidente, Altiplano Central, y Jalapa, quienes se dedican a la producción y comercialización legal de pinabete, abasteciendo el mercado nacional con sus productos, y para quienes esta actividad es un medio de vida, del cual no solo se benefician ellos sino a otras familias que colaboran en las actividades de manejo de las plantaciones o sistemas agroforestales en las cuales producen esta importante especie.
El INAB promueve el manejo sostenible del pinabete, a través del establecimiento de plantaciones y sistemas agroforestales, los cuales reducen la presión hacia los bosques naturales ya que son una alternativa para las familias guatemaltecas, para que puedan adquirir los árboles, coronas y guirnaldas de forma legal, los que deben llevar el respectivo marchamo con la leyenda INAB/CONAP con un correlativo. El marchamo blanco es utilizado para árboles y el marchamo blanco con fondo negro para subproductos como coronas y guirnaldas. A la fecha se cuenta con 1,134 plantaciones establecidas sumando un área de 399.82 hectáreas, y con más de 30 viveros de pinabete.
Es importante resaltar que el 50% de bosque de pinabete se encuentra dentro del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas -SIGAP-, con 27,548.29 hectáreas; como una de las acciones desarrolladas por el CONAP para la conservación de la especie, se cuenta con el Programa de Compensación a Conservación, apoyado por el Banco Alemán de Desarrollo (KfW), el cual ha beneficiado con desarrollo sostenible al menos a 6 municipalidades y sus comunidades en el Altiplano Noroccidental, así como la conservación del ecosistema en aproximadamente 7,021.56 hectáreas con presencia de pinabete. Asimismo, se reitera que lo que no se permite comercializar son las ramillas provenientes de bosques naturales, debido a que estos son bancos de semillas, refugio de fauna silvestre, áreas de recarga hídrica, además proveen otros servicios ambientales. Solo se permite la comercialización de árboles, coronas y guirnaldas provenientes de plantaciones legalmente establecidas.
En el Plan de Control Navideño 2024, alrededor de 2,500 personas llevarán a cabo actividades de monitoreo, control y vigilancia para evitar el tráfico ilegal de la ramilla de Pinabete. Dentro de los monitoreos y control (in situ y ex situ), participarán cinco delegaciones regionales del CONAP, en coordinación con la División de Protección a la Naturaleza de la Policía Nacional Civil (DIPRONA-PNC), el Ministerio Público (MP) a través de la Fiscalía de Delitos contra el Ambiente, la Asociación de 48 Cantones de Totonicapán, Municipalidades y oenegés. Cabe destacar que se ha conformado una mesa técnica de trabajo entre el MP, DIPRONA, CONAP e INAB, cuyas coordinaciones e implementación de operativos de inteligencia han derivado en la reducción de hasta un 90% el tráfico ilegal de la especie. Por lo que se ha emprendido una ardua misión de restaurar y recuperar lo que se ha perdido, con una participación de actores y sectores sociales afines a la conservación y protección del pinabete, como parte fundamental del patrimonio natural de Guatemala.
Según la Ley de Áreas Protegidas (Decreto No. 4-89) señala las multas y sanciones sobre los delitos vinculados al tráfico ilegal de Pinabete (corte, comercialización y transporte) Prisión de cinco a diez años y multa de diez mil a veinte mil quetzales, y el Decreto 101-96, Ley Forestal, indica multas de Q. 400.00 a Q. 10,000.00 y de Q. 10,000.00 a Q. 50,000.00 con prisión de uno a cinco años.